Con una invitación a pensar colectivamente acciones que mejoren la capacitación judicial y a reconectarse con las redes existentes de capacitación judicial en la región, concluyó el Seminario Internacional “Capacitación Judicial en América Latina” realizado en Buenos Aires y organizado por CEJA junto al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. La actividad contó con más de 150 asistentes, incluidos representantes de escuelas judiciales de provincias argentinas y de centros de capacitación judicial de Guatemala, Perú, Costa Rica, Chile, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Puerto Rico.
El Ministro de Justicia y Derechos
Humanos de Argentina, Germán Garavano, inauguró el evento, junto al
Embajador de Canadá en Argentina y Paraguay, Robert Fry; el Presidente
del Consejo Directivo de CEJA, Santiago Pereira; el Director Ejecutivo
de CEJA, Jaime Arellano y el Consejero de CEJA, Daniel Petrone.
“Las
escuelas judiciales tienen la capacidad de reunir información que
siempre ha sido escasa, para saber cuál es la realidad, cuáles son los
problemas que se presentan”, destacó el Ministro Garavano.
El seminario fue diseñado a partir de la investigación realizada el año 2016 por CEJA, denominado “Capacitación Judicial: un Estudio sobre las Prácticas de las Escuelas Judiciales”, que indagó sobre el actual funcionamiento de las instituciones dedicadas a la capacitación judicial en la región, identificando buenas y prometedoras prácticas, actualmente en práctica. Esto, con el objetivo de aportar a la reflexión en torno a la importancia de introducir mejoras en la actividad, y relevar la capacitación judicial como un aspecto crucial a considerar al momento de pensar políticas públicas en materia de justicia. El estudio fue elaborado por el Director de Capacitación de CEJA, Leonel González en coautoría con el ex director de la Escuela Judicial de Londres, Jeremy Cooper.
Al término del Seminario – y
posterior workshop cerrado de dos días- Leonel González destacó que de
los temas tratados y las conversaciones generadas, “quedó demostrado que
si las escuelas judiciales asumen un rol protagónico, ellas pueden
generar cambios concretos en las prácticas de los operadores de
justicia. Asimismo, que los obstáculos de presupuesto, de falta de apoyo
institucional o de recursos humanos, no obstan a que se pueda mejorar
la forma de trabajar de las escuelas.
Así lo ejemplificó la directora de
la Escuela Judicial de Ohio, Christy Tull, quien dictó el módulo sobre
Evaluación de los programas de capacitación, quien partió señalando las
cuatro etapas de la evaluación: 1) satisfacción del curso; 2)
adquisición de conocimiento; 3) cambio en el comportamiento; 4)
resultados a nivel institucional. Lo que generalmente hacen las escuelas
es trabajar el primer y segundo nivel, aduciendo falta de recursos para
los otros niveles, explicó.
Pero la experiencia de la Escuela
Judicial de Ohio es distinta, pues ha logrado hacerse cargo de los
cuatro niveles, a bajo costo. Es decir, ha llegado a identificar si un
curso que ella ofrece ha cambiado el comportamiento de la institución.
Esto lo ha hecho generando alianzas con universidades y facultades de
Pedagogía, por ejemplo. “Es importante verificar si lo enseñado en la
capacitación se transfiere al lugar de trabajo”, dijo.
Respecto de la Identificación de
necesidades de capacitación, la pedagoga de CEJA e integrante del Centro
de Capacitación del Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires,
Inés Marensi destacó a los asistentes que es la escuela judicial la que
define las necesidades de capacitación, sobre la base de la información
que recoge y debe procesar. “No es lo que piden los operadores o las
autoridades”, dijo.
George Thomson, ex director de NJI y consejero de CEJA, abordó el tema del desarrollo de metodologías innovadoras en la capacitación judicial. Destacó que independientemente del desarrollo de metodologías virtuales de enseñanza, la capacitación judicial debe seguir privilegiando la formación presencial.
Al cerrar el encuentro, Leonel
González invitó a los asistentes al encuentro a compartir las ideas
surgidas y a acercarse a CEJA para sugerir posibles proyectos o
actividades que puedan realizarse en sus países de origen.
“Esperamos también que tras este
encuentro puedan reactivarse las redes con las que ya cuentan las
escuelas judiciales en la región, para potenciar el trabajo. Las
Escuelas Judiciales deberían constituirse en una herramienta muy potente
para producir cambios concretos en los sistemas de justicia”, concluyó.
Los dos días siguientes al
seminario, se realizó un workshop con más de 40 representantes de
organismos de capacitación en que se profundizaron los temas abordados
en el seminario.